Entrando a la Mente Universal, a la Mente de Dios, quebrando las barreras de espacio y tiempo.
Triunfo del raciocinio y el espíritu humano.
Nada, absolutamente nada
de lo que hagamos o
experimentemos en la vida,
tiene sentido fuera de la
eternidad.
Todo lo que hacemos es parte del proceso existencial eterno que se sustenta por una secuencia infinita, absolutamente interminable de sub-procesos temporales; secuencia de la que podemos hacernos conscientes tan pronto como decidiendo hacerlo comencemos a actuar para incorporarnos, y valga la redundancia, conscientemente a ella.
Ya hemos descripto racional, matemáticamente, el proceso eterno.
Antes del Big Bang,
Quebrando las barreras de
espacio y tiempo.
En la Tierra somos los componentes temporales del proceso eterno, y nuestra identidad individual primordial eterna dentro del proceso eterno que da lugar a esos componentes temporales, los nuestros, reside fuera del arreglo energético trinitario alma-mente-cuerpo que nos sustenta como proceso SER HUMANO; reside en la estructura de Consciencia Universal.
« La Verdad no puede ser negada ».
« Nada puede ser creado de la nada ».
Dios como Creador para unos y proceso ORIGEN para otros,
y los procesos UNIVERSO y SER HUMANO, son diferentes dimensiones del único proceso existencial absoluto y de las interacciones entre sus dominios energéticos y sus componentes por los que se sustenta su consciencia de sí mismo, la Consciencia Universal.
Dios, el Universo y el Ser Humano son componentes inseparables de un proceso eterno, absolutamente inacabable.
Dios como Creador para unos y proceso ORIGEN para otros no son excluyentes entre sí, excepto como el resultado obvio y naturalmente limitado de una unidad de consciencia (el ser humano, individuo del proceso SER HUMANO) que se halla en proceso de su desarrollo.
No puede haber ningún origen de un proceso existencial que es eterno.
La eternidad no tiene principio ni fin.
Lo que hay es un origen mecánico de la recreación del proceso existencial; de la recreación por la que se sustenta la Consciencia Universal eterna, que es el reconocimiento con entendimiento de sí mismo del proceso existencial eterno.
No obstante, podemos llamar Origen Absoluto a la presencia eterna que da lugar y sustenta el proceso existencial y sus diferentes dimensiones y componentes: Dios, el universo y el ser humano; Origen Absoluto de todo lo que observamos y experimentamos; Origen Absoluto al que podemos llegar desde ahora, desde la Tierra.
La eternidad de la fuente de todo lo que observamos y experimentamos en nuestro universo ha sido reconocida primordialmente, y es la base de nuestros desarrollos racionales en las disciplinas humanas de Ciencia y Teología.
Un reconocimiento primordial es un reconocimiento que tiene lugar sin proceso racional consciente; es también aquél que habiendo sido estimulado por un proceso racional previo resulta ser la base, principio o referencia de todo proceso racional en el aspecto existencial explorado (incluyendo el proceso que le dio lugar, el que estimuló su reconocimiento en nuestra consciencia, en la del individuo que lo obtuvo).
Más aún.
La eternidad, o mejor dicho, la presencia eterna de un volumen de “algo” cuya configuración contiene la energía a la que erróneamente muchos toman como la “materia” prima de TODO LO QUE ES, TODO LO QUE EXISTE, ha sido descripta racionalmente, y viene siendo confirmada plena, exhaustivamente, aunque sin haber reconocido a la expresión matemática como tal. Esta expresión es la base del conocimiento racional humano conformado por todas las relaciones causa y efecto establecidas, descriptas y reproducibles de la fenomenología energética y de vida universal alcanzada por la especie humana presente en la Tierra.
Dios no se creó a sí mismo y tampoco creó el universo.
No se puede crear lo que es eterno, sino que se crean las experiencias de los efectos temporales sobre los arreglos inteligentes de la única entidad existencial consciente de sí misma.
No hay nada inmaterial, o dicho de otra manera, no hay nada insustancial,
« Tú y Yo estamos hechos del mismo polvo de estrellas (de sustancia primordial) ».
Dios es la Unidad Existencial, y por lo tanto, tiene estructura energética sobre la que se sustenta la componente consciente de sí mismo del proceso existencial o proceso ORIGEN. Esta estructura energética se reconoce como la TRINIDAD PRIMORDIAL en la Teología Cristiana y cuyos componentes son Padre, Hijo y Espíritu Santo (Espíritu de Vida).
El proceso SER HUMANO se sustenta sobre una trinidad energética alma-mente-cuerpo que es sub-espectro de la TRINIDAD PRIMORDIAL, una réplica a su imagen y semejanza funcionalmente, en otra escala o dimensión energética.
Juan Carlos Martino